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Richard J. Bernstein

El abuso del mal

La corrupción de la política y la religión desde el 11/9


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El abuso del mal. Prefacio

El 31 de agosto de 2001 terminé el manuscrito de mi libro, El mal radical, y once días después tuvo lugar el ataque terrorista más dramático de la historia. Ya nadie duda de que el mundo cambió en ese día infame, en el que (literalmente) de la noche a la mañana nos bombardearon con imágenes y discursos sobre el mal. Mi libro, El mal radical, constituía un intento de comprender los horrendos males vividos en el siglo XX. Quería saber qué podía enseñarnos la tradición filosófica moderna sobre el significado del mal. El subtítulo del libro era "Una indagación filosófica", y en él interrogaba a Kant, Hegel, Schelling, Freud, Nietzsche, Levinas, Jonas y Arendt para saber qué nos dicen acerca de la naturaleza del mal. El libro concluía con una serie de tesis, y la primera afirmaba:"Indagar sobre el mal es un proceso constante y de final incierto. A lo largo de este libro, indiqué mi escepticismo acerca de la idea misma de una teoría sobre el mal, si la entendemos como una explicación acabada de qué es el mal. No creo que tal teoría sea factible, porque no podemos anticipar qué nuevas formas o vicisitudes del mal vayan a surgir." En aquel momento, no me percaté de cuán profética resultaría mi afirmación.
Después del 11 de septiembre, pensé en revisar mi libro, pero decidí dejarlo tal cual lo había escrito. Desde esa fecha, el mal se ha convertido en un tema popular y "candente". Políticos, conservadores, predicadores y medios de comunicación hablan sobre el mal. Para ser franco, tanto "discurso sobre el mal" después del 11 de septiembre me deja muy consternado, ya que creo que el nuevo discurso sobre el bien y el mal que divide el mundo según esta dicotomía simplista y absoluta, constituye un abuso del mal. El discurso del mal en nuestras tradiciones religiosas, filosóficas y literarias siempre apuntó a provocar el pensamiento, la indagación y la investigación. Hoy en día, sin embargo, se apela al mal como arma política para enmascarar cuestiones complejas, bloquear el pensamiento original y reprimir la discusión y el debate públicos. Sostengo que ahora nos enfrentamos a un choque de mentalidades, no a un choque de civilizaciones. Una mentalidad atraída por los absolutos, las supuestas certezas morales y las dicotomías simplistas, se contrapone a otra que cuestiona la apelación a los absolutos en la política, que sostiene que no debemos confundir la certidumbre moral subjetiva con la certeza moral objetiva y que, además, mira con escepticismo la burda dicotomía acrítica entre las fuerzas del mal y las fuerzas del bien. Llamo a esta mentalidad "falibilismo pragmático". También cuestiono lo que considero un argumento ridículo e injustificado que afirma que, sin apelar a los absolutos y a las certezas morales inamovibles, carecemos de razones para luchar con firmeza contra enemigos reales. No hay incompatibilidad entre el falibilismo y un profundo compromiso para oponerse a la injusticia y a la inmoralidad. También creo que el abuso del mal posterior al 11 de septiembre corrompe tanto a la política democrática como a la religión. No hay lugar para absolutos en la política democrática, y violamos el componente más vital de las religiones del mundo al suponer, en forma acrítica, que la fe religiosa es base suficiente para saber qué es el bien y qué es el mal. Hay fundamentalistas y fanáticos religiosos y no religiosos. Y también hay creyentes religiosos y secularistas no religiosos cuyas creencias, actos y emociones están imbuidos de un sólido falibilismo. El choque de mentalidades atraviesa la división entre lo religioso y lo secular, y en ella hay demasiado en juego para determinar cómo pensamos y actuamos en el mundo hoy y cómo lo haremos en el futuro.
Quisiera agradecer a John Thompson por alentarme a escribir este libro y a Jean van Altena por su maravillosa edición del texto. También agradezco a Louis Menand y a la editorial Farrar, Straus y Giroux por permitirme citar pasajes de El Club de los Metafísicos. Historia de las ideas en los Estados Unidos.

 

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