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John Dupré

El legado de Darwin

Qué significa hoy la evolución


notas de prensa

Darwin, la gran idea de la especie
Clarín - Revista Ñ - Argentina, 2/14/2009

Recomendaciones para no perderse en el océano de publicaciones.
Crítica - Argentina, 2/13/2009

Darwin aviva el fuego de la polémica
La Nación - ADN - Argentina, 2/7/2009

La razón atea de la biología. Entrevista a John Dupré
Clarín - Revista Ñ - Argentina, 10/11/2008

De Darwin al Siglo XXI
Quid - Argentina, 9/1/2007

La naturaleza humana, lejos del creacionismo y el fatalismo biológico
El Mundo - España, 6/26/2006

Director centro genómica: "se ha sobredimensionado el papel de la genómica"
www.terra.es - España, 6/11/2006

Nosotros los monos
Página/12 - Argentina, 5/7/2006

Pensar la evolución
La Nación - Argentina, 4/16/2006

título de la nota: Darwin, la gran idea de la especie
autor de la nota: Bruno Massare
medio: Clarín - Revista Ñ - Argentina
fecha: 2/14/2009

extracto
John Dupré, doctor en filosofía e investigador de la Universidad de Exeter, Inglaterra, es autor de El legado de Darwin, donde analiza qué significa hoy la evolución y la controversia con respecto a quienes se enrolan en el creacionismo y el diseño inteligente. En diálogo con Ñ, Dupré dijo que "las principales religiones seguirán el rumbo de la Iglesia católica, en el sentido de tratar de evitar el conflicto y reconciliar la doctrina con la teoría de la evolución. Se puede presumir que los fundamentalistas seguirán haciendo lo mismo que hasta ahora. Pero, personalmente, no creo que la religión pueda ganar este debate".

título de la nota: Recomendaciones para no perderse en el océano de publicaciones.
autor de la nota: Federico Kukso
medio: Crítica - Argentina
fecha: 2/13/2009

extracto
La "biblioteca Darwin" es tan vasta que leerla completamente demandaría más de una vida. Si bien hay obras brillantes como olvidables, ninguna excursión al pensamiento darwiniano debería excluir El legado de Darwin. Dupré cuenta cómo Darwin trascendió fuera de la biología. Describe su impacto en psicología, filosofía y las luchas dentro del propio darwinismo. Guía para entender a Darwin. A 200 años del nacimiento del autor de El origen de las especies, su pensamiento sigue tan vigente como polémico.

título de la nota: Darwin aviva el fuego de la polémica
autor de la nota: Julio Orione
medio: La Nación - ADN - Argentina
fecha: 2/7/2009

extracto
Los filósofos de la ciencia también discuten. Mientras que David J. Buller, autor de Adapting Minds, critica los métodos pero no niega las posibilidades de la psicología evolucionista, su colega John Dupré, autor de El legado de Darwin, rechaza la idea de que se pueda estudiar la conducta humana como si fuera la del perro de Pavlov.
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Este tipo de explicaciones de una conducta humana basadas en la adaptación evolutiva es lo que critican pensadores como Dupré, para quien los seres humanos no son "una especie animal como cualquier otra". Lo peculiar está en que "las clases de pensamiento y las formas de consciencia de las que somos capaces son muy diferentes de las que caracterizan a las otras criaturas terrestres". Para Dupré, ello define "algo que genuinamente merece ser llamado libertad humana".

título de la nota: La razón atea de la biología. Entrevista a John Dupré
autor de la nota: Carlos Subosky
medio: Clarín - Revista Ñ - Argentina
fecha: 10/11/2008

extracto
El filósofo de la biología John Dupré sostiene aquí que la teoría de Darwin sigue vigente y que puede explicar la existencia de la vida. Dice que la religión debe resignar su reclamo de verdad para convivir con la ciencia.
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El libro El legado de Darwin. Qué significa hoy la evolución (Katz Editores) es una de las obras clave para entender el pensamiento del filósofo británico.
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- En su libro El legado de Darwin usted dice que a partir de la teoría de la evolución, ya no hay una buena razón para creer en Dios ¿Por qué?
- Uno puede creer en Dios porque le gustaría que existiera, o porque tu abuela te dijo que existía. Las buenas razones derivan de la lógica o de la experiencia. Entiendo que los intentos de probar desde un punto de vista lógico que Dios debe existir han sido casi universalmente rebatidos.
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- En este sentido la teoría de la evolución fue fundamental para quitarle a la religión uno de sus principales argumentos.
- Ese es el punto crucial acerca de la evolución. A partir de Darwin tenemos una explicación verosímil para la existencia de la vida.
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- Evolucionistas como el biólogo Stephen Jay Gould o historiador de la biología Michel Ruse defienden la compatibilidad del darwinismo con el cristianismo. ¿Usted está de acuerdo con ellos? ¿Pueden convivir ambas concepciones?
- Estoy de acuerdo en que sería posible tener una religión que fuera meramente simbólica, tal vez una representación del orden moral o de ciertos tipos de experiencia. [...] El problema es sólo que la mayoría de la gente entiende a la religión como una explicación de cómo son las cosas; y, de hecho, hay algo incómodamente elitista en las explicaciones intelectuales de la religión que son bastante diferentes de las versiones naif de las masas no educadas. Así, tenemos una visión estándar de la religión y la ciencia como ofreciendo explicaciones rivales de la verdad. La religión no puede, desde mi punto de vista, ganar esa partida.

título de la nota: De Darwin al Siglo XXI
autor de la nota: Florencia Goldsman
medio: Quid - Argentina
fecha: 9/1/2007

extracto
- ¿Cuál es el vínculo de la Teoría de la Evolución con los temas metafísicos como la existencia de Dios o nuestra visión de la naturaleza?
- La implicancia más importante que tiene la teoría de la evolución en la metafísica reside en que nos permite observar, en contexto, como podríamos obtener una representación completamente naturalista del mundo. Se trata de una explicación convincente de cómo nosotros, junto con la naturaleza biológica en su totalidad, comenzamos a "ser", y cómo esto posee especial importancia en la constitución de la visión generalizada que tenemos acerca de nuestro mundo. Es fundamental reconocer las limitaciones de nuestras capacidades para distinguir los detalles que conlleva este proceso, lo cual comportaría a la vez, un reconocimiento que ayudaría a bloquear los usos demasiado ambiciosos de la teoría evolutiva.
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- ¿De qué manera podemos modificar una cierta visión inocente que tenemos sobre la ciencia?
- Estoy tentado de decir que si supiera la respuesta, me habría ocupado de llevar a cabo ese cambio. De todos modos, es el objetivo de gran parte de mi trabajo, en especial cuando intento escribir un libro que sea más accesible que mi trabajo profesional especializado, tal como es El Legado de Darwin. Desgraciadamente no tengo una mejor respuesta. Sólo puedo decir que aquellos que tienen, ¡o piensan que tienen!, una mirada menos inocente o naïf deberían esforzarse por comunicar teorías más sofisticadas orientadas a audiencias más amplias.

título de la nota: La naturaleza humana, lejos del creacionismo y el fatalismo biológico
autor de la nota: Rosa M. Tristán
medio: El Mundo - España
fecha: 6/26/2006

extracto
De visita en España de la mano del British Council para presentar su libro El legado de Darwin (Katz Editores), Dupré explica que no comparte la hipótesis de que la evolución humana es fruto de una selección natural genética en la que sobrevivieron los genes más eficientes para reproducirse. "La selección natural darwinista es un proceso importante, pero debemos preguntarnos si hay otros elementos que generan orden en el proceso evolutivo", afirma.
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En su libro insiste en que la clave de nuestra diferencia es el lenguaje "y eso nos permite entender la diversidad cultural". "Existe en otras especies, pero la complejidad del humano es muy superior." Ese valor añadido niega que se deba a un "diseño inteligente", como defienden los creacionistas. Y tampoco cree que todo dependa de mutaciones genéticas ajenas a nuestra voluntad. "Lo positivo es pensar que controlamos nuestro destino. A nosotros nos compete decidir adónde queremos ir y cómo llegaremos". El biofilósofo se reconoce optimista. "Somos una especie inteligente y no es imposible resolver los problemas", concluye.

título de la nota: Director centro genómica: "se ha sobredimensionado el papel de la genómica"
autor de la nota: Agencia EFE
medio: www.terra.es - España
fecha: 6/11/2006

extracto
El investigador inglés John Dupré, director del Centro de Estudios de Genómica y Sociedad Egenis, aseguró a Efe que "se ha sobredimensionado" el papel de la genómica para explicar la evolución, puesto que los genes no son un factor único a tener en cuenta, y asimismo influyen otros muchos.
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La genómica es "un paso importante" para la comprensión de la teoría evolutiva, pero "las huellas" genómicas no son el único aspecto relacionado con la evolución, añadió Dupré, que es autor del libro El legado de Darwin. Qué significa hoy la evolución, y que acaba de sacar a la venta el grupo Katz Editores.
Durante una entrevista con Efe, en el British Council de Madrid, para promocionar su libro en España, Dupré defendió la llamada "biología de sistemas", en la que se integran y coordinan todos los datos obtenidos por distintos grupos de la comunidad científica (biólogos, matemáticos, informáticos).
Este doctor en filosofía por la Universidad de Cambridge, que fue investigador en el St. John's College de Oxford y en la Universidad de Stanford, precisó que "la ética" y "el lenguaje" son dos de los grandes rasgos que diferencian al hombre de los animales en la adopción de muchos de sus comportamientos.
Dupré, quien actualmente es investigador en la Universidad de Exeter, en donde también enseña filosofía de la ciencia, como también lo hizo en su día en la Universidad de Londres, añadió que actualmente, la comunidad científica cuenta con un amplio conocimiento respecto al "marco general" de la evolución, pero no tanto en relación con "procesos evolutivos concretos".
El autor del libro El legado de Darwin. Qué significa hoy la evolución, que desde 2002 es director del centro Egenis para el estudio del significado y las implicaciones sociales de la genómica contemporánea, indicó que no existe aún una explicación "ortodoxa" para explicar ciertos procesos evolutivos concretos.
En los últimos tiempos, añadió, se están dando "re-interpretaciones muy radicales" respecto a distintas teorías e hipótesis, por ejemplo, respecto a "la perspectiva tabú" por la que la adaptación fenotípica (manifestación visible del genotipo en un determinado ambiente) se podría heredar.
Para sustentar esa hipótesis, que va ganando aceptación entre la comunidad científica, precisó, el científico informó del caso de una cabra que nació sin patas delanteras, pero su organismo se fue adaptando fisiológicamente a esa condición, y aprendió a caminar a dos patas.
Ese es uno de los muchos ejemplos, dijo el experto, en donde se apreciaría cómo la adaptación fenotípica se habría producido inicialmente, y más tarde tendría lugar una especie de reordenación del genoma.
El científico añadió que hoy por hoy gana peso la corriente "epigenómica", con especial atención al entorno químico del genoma, lo que implica el estudio de sistemas mucho más complejos que el análisis exclusivo del gen.
Así, por ejemplo, la célula del óvulo varía considerablemente cuando es fecundada y origina un sistema químico "espectacular, de enorme complejidad", indicó, que conlleva modificaciones en el genoma.

título de la nota: Nosotros los monos
autor de la nota: Federico Kukso
medio: Página/12 - Argentina
fecha: 5/7/2006

extracto
La teoría de la evolución y todas las controversias y posiciones que ha generado el legado de Darwin son puestas al día en un libro valioso por su capacidad de cruzar biología y filosofía.
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Cuando chocan las palabras "biología" y "filosofía" surgen cosas más interesantes que un neologismo altisonante como "biofilosofía". Se abre una disciplina nueva, o mejor, una "disciplina dentro de otra disciplina", que pone el ojo en los más variados asuntos concernientes a la vida y su desarrollo en el planeta; asuntos que cruzan los más diversos campos de estudio, despertando a su paso interrogantes cruciales para la existencia: desde qué es la naturaleza humana, cuáles son los límites de la ciencia, hasta cómo se originó y qué se entiende por "vida" son algunos de los temas alrededor de los cuales gira el pensamiento de los biofilósofos (o filósofos de la biología, como algunos prefieren ser llamados), intelectuales ávidos a la hora de ver más allá de la siempre dudosa practicidad total y presencia de las teorías y avances científicos en la vida cotidiana.
Pero por más intrigantes que parezcan estos asuntos y más congresos y charlas de café que disparen, no hay ninguno que supere en análisis, tergiversaciones, discusiones y tesis a la teoría de la evolución por selección natural, esa especie de "teoría madre" que desde hace casi 150 años cubre casi por completo a la biología y la rebasa para paulatinamente expandirse a la psicología, sociología y medicina, para mencionar algunas disciplinas. Con esta premisa invasiva en mente, el filósofo británico John Dupré, investigador de la Universidad de Exeter, ordena sus observaciones en El legado de Darwin: qué significa hoy la evolución, un libro chiquito pero poderoso, que oficia de atlas cartográfico del estado actual de la cuestión, sintetizando posiciones encontradas y conflictos nacientes. Los principales postulados de la teoría, las controversias, el argumento del diseño inteligente (y sus incongruencias), el determinismo biológico, la relación entre herencia y género, la existencia o no de las razas, los debates más caldeados entre biólogos (E.O. Wilson, Steven Pinker, Richard Dawkins versus Richard Lewontin, Steven Rose y Stephen Jay Gould), son algunos de los caminos expositivos que elige Dupré antes de arribar finalmente a su tesis. A saber: la teoría de la evolución ha sido (ingenuamente) malentendida y hasta abusada en extremo.
Y para demostrarlo, además de adoptar una actitud escéptica algo exagerada (que justifica plenamente), apela como estrategia discursiva a la contraargumentación. Así expone primero las posiciones extremas con las que está en desacuerdo la psicología evolutiva, que pretende entender la conducta humana absolutamente en términos evolutivos, y el enfoque de la "pizarra en blanco", según el cual las disposiciones humanas no están restringidas ni afectadas por la biología para luego destrozarlas con ejemplos y excepciones.
Al filo del cientificismo, el pensamiento de Dupré respecto de la religión se aleja explícitamente de posiciones más conciliadoras y moderadas como la del paleontólogo Stephen Jay Gould y la del filósofo de la ciencia Michael Ruse. Se aproxima más bien a otros biólogos evolucionistas de renombre como el británico Richard Dawkins a quien etiqueta como "el más prominente científico ateo contemporáneo" para quien la religión orilla la "alucinación colectiva". En esa sintonía, Dupré recuerda y subraya que la teoría de la evolución es lisa y llanamente incompatible con la religión ("tenemos evidencias que respaldan la teoría de la evolución, pero no hay ninguna evidencia que respalde la creencia en una deidad", dice con cierta arrogancia empirista), ya que socava cualquier razón remotamente plausible para creer en la existencia de una figura paterna todopoderosa: Dios ("la ciencia no afirma que no hay dioses, pero sin duda no dice que ninguno existe").
A la hora de elegir en qué bando se posiciona, Dupré confiesa que es tan "desarrollista" (o sea, ni abraza el determinismo genético ni se alinea con los que le otorgan una predominancia absoluta al ambiente) como "antigenocentrista" (es decir, le quita la importancia radical actualmente asignada a los genes) que pretende disipar la mitología genética, esto es, la visión que permea el mundo contemporáneo según la cual la causa de todos los comportamientos, desde los más perniciosos a los más nobles, está en los genes. Lo que hace Dupré, en definitiva, es rescatar otro tipo de evolución: aquella que emerge de la cultura (lenguaje y pensamiento como sus rasgos más destacados) y que determina la verdadera conducta social. Rescate que hace el biofilósofo para apostar por una idea ya conocida: la vida (y la biología) necesitan mucho más que la evolución para tener sentido.

título de la nota: Pensar la evolución
autor de la nota: Ana María Vara
medio: La Nación - Argentina
fecha: 4/16/2006

extracto
Quizá ninguna otra teoría científica sea tan interesante desde la perspectiva de los estudios sociales de la ciencia como el darwinismo. Resistida desde sus comienzos por cuestionar el lugar del hombre en la naturaleza e inmiscuirse en asuntos considerados religiosos, ignorada o discutida en manuales escolares, utilizada para justificar intervenciones eugenésicas, explicar conductas criminales o deslices conyugales, la teoría de la evolución no parece abandonar el lugar de la polémica, aunque a casi 150 años de ser formulada ocupe una posición indiscutida en el terreno científico.
El filósofo británico John Dupré, investigador de la Universidad de Exeter tras dar clase en las universidades de Oxford y Stanford, no cree que esta situación se deba a una simple resaca oscurantista.
Como sostiene en las páginas iniciales de El legado de Darwin. Qué significa hoy la evolución, hay algo intrínsecamente perturbador en esta teoría; es ella la que desborda el terreno científico para avanzar sobre otras esferas: "Es indiscutible que los grandes temas -la existencia de Dios, nuestra visión de la naturaleza humana y nuestra relación con otras criaturas- se ven afectadas por las ideas acerca de la evolución".
Con estas palabras preliminares, Dupré planta bandera sobre los temas que va a discutir en su compacta obra de divulgación: la declinación del teísmo, la relación entre herencia y género, si existen o no las razas. Son las cuestiones más calientes alrededor del darwinismo hoy, y su actitud no es precisamente enfriar la polémica.
Por ejemplo, sobre la controversia acerca del diseño inteligente -una forma de creacionismo apoyada por George W. Bush que está ganando espacio en las aulas norteamericanas- Dupré confiesa coincidir con las dos posiciones extremas. Aclaremos que aquí se enfrentan, por una parte, grupos cristianos fundamentalistas, partidarios de que esta doctrina -que propone que la complejidad de la vida no puede explicarse sin algún tipo de intervención divina- se enseñe en paralelo con el darwinismo. El otro extremo está representado por biólogos evolucionistas tan destacados como el británico Richard Dawkins -profesor de Oxford, "el más prominente científico contemporáneo ateo", según Dupré- quien sostiene que la religión es una "peligrosa alucinación colectiva".
En contra de posiciones moderadas, como la de Stephen Jay Gould (quien propone que ciencia y religión son dos "magisterios" separados, dos esferas que pueden coexistir perfectamente), Dupré cree que la evolución no deja en paz a Dios. El darwinismo, independientemente de los propósitos de su fundador, "es la última pieza importante de la articulación de una visión del mundo naturalista" y, por lo tanto, "asesta un golpe mortal a las cosmologías teocéntricas precientíficas", afirma.
Pero el británico no es tampoco un cientificista irredimible. Por eso cuestiona la nueva "psicología evolutiva" -que debería mejor traducirse como "psicología de la evolución" o "psicología evolucionista"-, una disciplina heredera de la sociobiología que trata de explicar las conductas humanas haciendo extrapolaciones a partir de la conducta animal. Argumenta que sus hipótesis son "banales" y sus evidencias "irrisorias". Y, fundamentalmente, que olvida las peculiaridades de nuestra especie. "Los detalles de la mente humana -sostiene Dupré- son los parámetros de un rasgo único y exclusivo de una especie en particular".
Sobre las razas, Dupré se niega a entonar el mantra políticamente correcto de que no existen. En esto coincide con Troy Duster, investigador de la Universidad de Nueva York y reconocido líder afroamericano, quien sostiene que si la biología molecular encuentra marcadores que indican el color de la piel, los que luego son utilizados por la policía para elaborar el perfil de un sospechoso, no alcanza con la expresión de buenas intenciones: negar la variabilidad biológica humana impide analizar sus implicancias sociales en todas sus dimensiones.
Dupré insiste en la importancia del rigor argumentativo al abordar las cuestiones de sexo y género. Tras considerar los estereotipos sexuales -reafirmados hoy por la psicología de la evolución- alega que la herencia ancestral no alcanza para explicar estos papeles: "La cultura humana es mucho más rápidamente mutable y responde con mayor flexibilidad a su situación que el genoma humano".
Contundente, sintético y sorprendentemente claro considerando la complejidad de los temas, El legado de Darwin representa un excelente disparador para reflexionar sobre qué es hacer ciencia, qué clase de criatura somos los humanos y cuánto ignoramos todavía sobre nosotros mismos.

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